Las herramientas digitales son usadas cada vez más para resolver problemas cotidianos. Para organizar ideas de estudio, trazar rutas y buscar información en general tenemos una gran variedad de herramientas que nos facilitan este tipo de tareas.
A la hora de tener que organizar materia para el estudio, es importante hacer una especie de mapa mental y plasmarlo en la pantalla, para organizar conceptos y buscar relaciones entre ellos. Para esto surge el mapa sinóptico, que consiste en representar de manera gráfica las ideas claves mediante algunas palabras concretas cuadradas y que se van conectando mediante flechas, con o sin conectores. Se puede comparar con un árbol con varias ramas que parten de una palabra principal.
Es frecuente utilizar un organizador gráfico de este tipo para el estudio como estrategias para la organización del conocimiento de forma sencilla y clara de comprender. Está formada por una estructura, ya que se basa en un tema concreto y sus distintas relaciones. Un cuadro sinoptico se suele usar para el análisis de temas o teorías que han sido propuestas por varios autores, debido a que resultan muy efectivos a la hora de encontrar relaciones entre variables propuestas por cada autor. La idea es que su estructura en forma de columnas, diagramas o filas sirva para no llevar a confusión a un estudiante, permitiendo una lectura clara, rápida y sencilla por parte del estudiante.
Por otro lado, tenemos el organizador gráfico. Esta herramienta de estudio se basa en el uso de etiquetas para tener una representación clara a la vista del objeto de estudio, ya que recupera aspectos claves de un concepto o de la temática dentro de un esquema. Puede recibir otros nombres, como el de mapa conceptual o mapa mental.
El organizador grafico desarrolla una serie de habilidades en el estudiante, como la del pensamiento crítico y creativo, ya que incita a la persona a relacionar conceptos y organizarlos de manera visual con la mayor creatividad posible. Ayuda a que se comprenda el vocabulario nuevo, logrando así un incremento del mismo en el estudiante. Es muy válido para establecer categorías dentro de una temática. Fomenta también habilidades tan necesarias para el estudio como la memoria, la comprensión y la construcción del conocimiento.
Búsqueda de información privada de relevancia pública
Otra de las áreas en las que las herramientas digitales simplifican la vida de las personas en el día a día es la del acceso a información de índole privada, pero de interés público. Es el caso del REPUVE, Registro Público Vehicular, en el que se puede consultar de manera gratuita el estado de un vehículo. Con ello, se puede determinar, por ejemplo, si un vehículo es robado, si cuenta con algún tipo de infracción en su haber, si algún momento este vehículo se usó para cualquier tipo de delito y hasta si fue destruido. Como se puede ver en Esdiario, acceder al REPUVE es un paso imprescindible a la hora de adquirir un coche usado; se trata de información privada, pero que acaba siendo de relevancia pública.
La búsqueda se puede hacer por distintos medios y lo más común es hacerlo por medio del número de placa. Pero también hay quien lo busca por el número de constancia de inscripción, número único asignado a cada vehículo al ser registrado en el REPUVE. Otra manera es buscarlo es a través del chip que se le coloca tras inscribirlo en este registro de coches.
Conocer la distancia entre ciudades
Finalmente, otro uso destacado de las herramientas digitales en la vida cotidiana está relacionado con la posibilidad de conocer distancias entre ciudades de forma casi inmediata, a través de un móvil, una tablet u ordenador. Por ejemplo, si en México se desea conocer la distancia entre Guadalajara y Rincón de Guayabitos, diversas aplicaciones online permiten determinar fácilmente que se trata de 262 km por carretera. Estas aplicaciones proveen, además, información adicional, como el estado de los caminos (tierra o pavimento) y las ciudades o pueblos que se atraviesan en su recorrido.
En esta era digital, cada vez más se suman más herramientas digitales que resultan de extrema utilidad en la vida cotidiana. Estos tres ejemplos no son la excepción.